Por fin he encontrado el momento para hacer la reseña de este libro, uf, creo que me va a costar plasmar todas las sensaciones, emociones, sentimientos y reflexiones que esta historia me ha transmitido.....creo que es el libro que me más me ha gustado en lo que va de año junto con "Cometas en el cielo", y he leído unos cuantos.... Alejandro Palomas aúna en este libro una historia que te atrapa con un estilo literario magistral y único, a ratos parece que estés leyendo poesía.......
Es el primer libro que leo de este autor, que me era totalmente desconocido, pero como sabéis que me gusta tanto trastear libros en internet cuando me topé con este y leí la sinopsis de su historia me dije: "¡Este libro es de los míos!" y no me equivoqué, Alejandro Palomas se ha convertido después de leer esta novela en un autor por descubrir, de hecho tengo ya otra obra suya para leer...
La sinopsis:
Mencía tiene noventa años, y aunque está cansada y la edad no perdona, sigue en guardia, rabiosamente empeñada en velar «por los suyos» a cualquier precio, hasta que el tiempo y las fuerzas se lo permitan. Menorca, Madrid, Barcelona, Copenhague…, ningún lugar es demasiado lejos si hay que acudir en ayuda de la callada Lía para que acepte la muerte de su hija mayor y librarla por fin de la culpa que no la deja vivir, o de la arisca Flavia, para que apueste por su propia felicidad en el otro extremo del mundo y conozca por fin un amor que la haga grande. Nada ni nadie será capaz de poner freno a la inconmensurable Mencía cuando, sacando fuerzas de flaqueza, decida salvar a su nieta Inés de un triste final y la recupere para la vida, ni cuando se empeñe en labrar para Bea y su pequeña Gala un futuro mejor por el que nadie parece apostar.
"—¿Qué hora es? —pregunta la abuela, mirándome de nuevo con gesto opaco.
—Las nueve y media.
Suspira. Se incorpora en la cama y apoya la espalda contra las almohadas.
—Desde que murió el abuelo para mí el tiempo no existe —suelta de pronto, como hablándole a nadie—. Se marchó y me rompió los minutos y las horas como quien rompe una pecera y se queda ahí viendo morir a los peces que cuidó durante años. El día que el abuelo se me fue, enterré en mis plantas todos los relojes de la casa. Dejé de contar porque el miedo a vivir en el descuento era demasiado para una mujer tan vieja. Menos mal que os tenía a vosotras."
Esta que habla es Mencía, la matriarca de una familia compuesta por cinco mujeres de tres generaciones, Lía y Flavia sus dos hijas y Bea e Inés sus nietas, hijas de Lía. Y en torno a estas cinco mujeres gira la historia de "El tiempo que nos une" que transcurre en su mayor parte en Menorca, una isla que parece representar a todas ellas, unidas, aisladas del resto del mundo y en la que el personaje de Mencía es el bastión en el que se sustentan las restantes protagonistas de esta historia... y uniéndolas a todas el faro de la Isla del Aire, lugar de referencia para esta familia ,al que acuden para recordar, para llorar, para reír y hasta para elegir morir.....
Mujeres todas ellas con distintas personalidades, distintas formas de encarar la vida, mujeres que parecen frágiles, que se creen frágiles pero que en realidad son fuertes, mujeres supervivientes de la soledad, la muerte y el abandono que sufren en diferentes etapas de sus vidas y que todas lo viven como si fueran una sola.. porque cuando se trata de sufrir, y luego superarse es como si fueran una sola mujer representadas en la figura de la matriarca de la familia, Mencía... esa abuela infatigable, pese a su avanzada edad, que siempre está al quite para ayudar, donde quiera que estén, a sus hijas y a sus nietas, que adivina las necesidades de sus retoños, que escudándose en su edad, y en su a veces fingida senilidad, dice lo que piensa, de forma cruda y hasta cruel a veces, pero siempre con la intención de ayudar a esas mujeres a las que ama, de sacudirlas, de hacerlas reaccionar, con palabras que no por ciertas son menos dolorosas pero que son vitales para seguir adelante, para enfrentar esa realidad que duele,que a veces no deja ni respirar; palabras sabias de una anciana que se transforman en la energía que sus hijas y sus nietas necesitan para superar los obstáculos que la vida pone a su paso y les ayudan a luchar contra esos miedos que les impiden rehacer sus vidas y ser felices......
"Para ser vieja hay que haber aprendido a morderse la lengua con cariño. A cerrar la boca a tiempo. Y a rondar la locura para que las verdades sean excusables"
La historia arranca con la abuela Mencía y su nieta Bea recuperándose de un brazo fracturado y un herpes zóster respectivamente, en casa de Lía la madre de Bea, una Lía siempre dedicada al resto de la familia para poder olvidarse así de si misma, dedicándose a calmar el dolor de su familia para olvidarse del suyo propio, de ese dolor, ese vacío infinito que le dejó la muerte de su hija mayor Helena.........así mientras Mencía se queja de que su hija Flavia, con la que vive, no la quiere, aprovecha la cercanía con su nieta Bea para conseguir a base de preguntas impertinentes y opiniones que pueden parecer hirientes,sonsacarle a su nieta el motivo por el que está en casa de su madre y no en la suya con su marido cuidándola...... Lía por su parte intenta ayudar a su otra hija Inés, a no echar por la borda su también fracasado matrimonio por un amor a contracorriente recién nacido....dolor en todas las mujeres de la familia, dolor y soledad....dolor y abandono...
—¿Por qué estamos todas tan solas, mamá? Solas. Nos miramos. Madres a hijas, hermana a hermana, tía a sobrinas, nietas a abuela. Solas. Extraña palabra. Tan circular, tan cerrada en curva peligrosa y de mala visión. Cinco letras que jugamos a repartir entre nosotras. A suertes. La s incrustada en los huesos sin músculo de Inés, flanqueada por sus sueños y su escasa realidad. La o para el infinito valor de Mencía y sus cartas siempre marcadas. La l para que Lía se desborde por fin, arrollándonos a todas con la vida que le queda. La a para Bea y sus falsos desamparos, y la última s para que serpentee entre todos los plurales que me conforman y pueda aprender de una puta vez a imaginar en singular, a imaginarme entera. Para que pueda dejar de soñar con los que ya no están. Para que pueda empezar a soñar también despierta
La historia está dividida en tres partes, espaciadas en el tiempo y narrada en primera persona a cinco voces, cada una de las protagonistas toma el hilo narrativo alternativamente desgranando la historia y mostrándonos su mundo interior, lo que piensa, lo que siente, lo que piensa de las demás y lo que cree que sienten las demás. Se van alternando las voces de unas y otras, dándole al lector la posibilidad de ver desde varios puntos de vista el mismo hecho, la misma situación, y como la encaran cada una de las protagonistas....el autor intercala estos pensamientos de cada una de ellas con los diálogos que se establecen entre ellas, dándole así más agilidad a la lectura, si cabe, ya que la narración pese a ser en muchos tramos dura, difícil de digerir, y que incluso en ocasiones nos hace pararnos y coger aire de nuevo para seguir leyendo , no se hace pesada en ningún momento, es una historia que engancha, que atrapa, que incita a conocer más, saber más de los caminos que van tomando cada una de las protagonistas, caminos que se entrelazan, que corren paralelos, pero que nunca se separan unos de otros.....
En resumen es una historia que cautiva por un lado por los personajes, cada una de las protagonistas tiene unas cualidades que les hacen únicas y especiales, la abnegada Lía, la luchadora Flavia, la siempre dulce Bea, la introvertida Inés y la inconmensurable Mencía, que con su ironía al hablar,sus comentarios sarcásticos, su brusquedad a veces, y su intromisión siempre para salvar de si mismas a las demás, reparte su amor infinito por su familia entre todas sin descuidar a ninguna, manejando los hilos de sus historias con una maestría que hace parecer invisibles esos hilos.....
Cautiva también. por las historias que encierra, las historias de cinco vidas, entrelazadas, historias que son realistas, que las puedes sentir como tuyas al leerlas, que te pueden suceder a ti, y eso hace que las sientas más cercanas, que te toquen directamente el alma, sobretodo por la forma en que el autor las cuenta, un estilo narrativo único y magistral, con frases que parecen poesía, y que reparten y transmiten, dolor, alegría, risa, llanto, esperanza, soledad, fortaleza, abandono...todo lo que esta historia encierra en sí misma..
Este libro me ha gustado muchísimo, más de lo que pensaba cuando empecé la leerlo, aunque es un libro que a ratos cuesta leer, por lo duro de la historia, es un libro que se sufre, que se vive y que se siente porque su autor, Alejandro Palomas ha sabido crear una historia redonda, repleta de sensibilidad, humanidad y sentimientos que te hacen añorar a Mencía y su familia incluso antes volver la última página.
Mi valoración: 5/5
Sobre el autor
Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) es licenciado en Filología Inglesa y Master in Poetics por el New College de California, en San Francisco. Ha compaginado sus incursiones en el mundo del periodismo con la traducción de autores com o Katherine Mansfield, George Gissing, Willa Cather, Oscar Wilde, Jack London, Gertrude Stein o François Sagan. Es autor de varias novelas, entre ellas destacan El alma del mundo, El tiempo del corazón (por la que fue elegido Nuevo Talento Fnac), Tanta vida y El secreto de los Hoffman (finalista del VII Premio de Novela Ciudad de Torrevieja 2008 y adaptada al teatro en 2009). Su obra ha sido traducida a ocho lenguas.
